Como vimos en la entrada La salud y el trabajo, si éste se realiza dentro de un marco de condiciones de seguridad adecuadas, no tienen por qué existir consecuencias negativas para el trabajo. No obstante, muchas veces se producen situaciones que desembocan en enfermedades profesionales y accidentes de trabajo.
ENFERMEDADES PROFESIONALES
Según el Artículo 157 de la Ley General de la Seguridad Social una enfermedad profesional es la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
Existen multitud de factores que determinan una enfermedad profesional:
- Presencia de agentes contaminantes en el ambiente de trabajo y su concentración.
- Tiempo de exposición a ellos.
- Características personales de cada individuo.
ACCIDENTES DE TRABAJO
El Artículo 156 nos define qué es un accidente de trabajo como toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena.
Cuando ocurre un accidente de trabajo, se debe realizar una investigación para determinar las causas y factores. Para ello, se debe recopilar una serie de datos, a ser posible en el lugar del accidente. Para determinar los factores, hay que averiguar la naturaleza de la lesión (origen, parte lesionada…), agentes implicados en el accidente o hechos que pudieron desencadenarlo. Reconocer el puesto de trabajo lo antes posible y hablar con testigos pueden ayudar a aclarar las circunstancias. El objetivo de la investigación es evitar accidentes futuros, determinar los factores de riesgo e implenmentar medidas correctoras.
Además de los ya mencionados enfermedades profesionales y accidentes de trabajo, existen otras patologías derivadas. Éstas tienen influencia en la salud mental y social del trabajador y pueden desencadenar enfermedades de tipo psicosomático. Así, estrés, estados de fatiga e insatisfacción se deben evitar para conseguir una buena salud en el puesto de trabajo.
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