El verano es una época en la que se producen muchos viajes y, por supuesto también, muchos desplazamientos en coche. Estamos muy acostumbrados a ir en este medio de transporte, pero en el momento de realizar un viaje un poco más largo hay que tener en cuenta una serie de pautas y consejos para realizar el trayecto con seguridad.
Para empezar, y lo más importante, es revisar el coche para poder viajar con seguridad. Un vehículo en buen estado nos asegura que vamos a poder llegar a destino sanos y salvos. Las partes principales de tu coche que no debes olvidar revisar son los neumáticos (tanto si la banda de rodadura no está desgastada ni las llantas nos están deformadas), los frenos (y que el nivel del líquido de frenos es adecuado), los amortiguadores, el motor, las luces y los niveles de aceite y refrigerante.
También hay que planear bien el viaje y la ruta para evitar sorpresas. Muchas veces conviene tener alternativas por si hay retenciones en la carretera, sobre todo en fechas clave. Los viajes largos pueden resultar monótonos, por lo que también es recomendable incluir las paradas en la planificación. Programar un descanso cada dos horas nos ayuda a no perder la concentración en la carretera. Si el viaje es muy largo y hay posibilidad de turnarse al volante, esto también nos ayudará a estar descansados.
Revisa la cantidad de combustible que tienes y los lugares donde puedes repostar. Si vas a viajar al extranjero, infórmate bien de cómo se escribe en el idioma local el tipo de combustible que utiliza tu coche para evitar incidentes.
Viajar en coche nos permite movernos de manera más independiente que en otros medios de transporte, pero hay que asegurarse de que todo está a punto. Si quieres hacer el viaje de tu vida, pero aún no dispones de carné tipo B, con CEIF aprenderás todo los necerario para convertirte en el/la mejor conductor/a.