Ya desde la Edad de Bronce se tiene constancia de la utilización de la soldadura para la realización de herramientas. Antiguamente se utilizaba para hacer más fácil la vida mediante el desarrollo de utensilios para el día a día, tanto para uso personal como para laboral. En la Edad Media se utilizaba la soldadura de fragua, donde el metal se calentaba y se golpeaba hasta que se unía. Las técnicas siguieron avanzando y ya en el siglo XIX se empezó a desarrollar la soldadura por arco y por resistencia, lo que supuso una gran revolución. Como suele pasar en el desarrollo tecnológico, fue en tiempos de guerra cuando se produjeron los mayores repuntes.
Actualmente se sigue utilizando día a día, pero siempre han existido personas que son capaces de hacer arte casi de cualquier cosa, y el metal no iba a ser menos. Hoy os recordamos algunas obras de arte realizadas con soldadura, auténticas maravillas llenas de detalles.
Empezamos por las armaduras utilizadas por los caballeros para luchar en las grandes batallas. Gracias a ellas podía evitar heridas mortales. Hay que tener en cuenta que estas debían reunir unas condiciones especiales: ser robustas y duras para evitar las espadas y lanzas enemigas pero también lo suficientemente ligeras y adaptadas al cuerpo para que no estorbaran y dieran libertad de movimiento. Algunos yelmos iban adornados con exquisitos entramados y los caballeros más ricos se podía permitir adornar sus armaduras de una manera espectacular.
Hoy en día la mayor parte de la soldadura se utiliza para usos menos bélicos, como es la construcción de estructuras que nos facilitan la vida. Pero también hay artistas que saben ver más allá del simple metal, que ven un mensaje dentro. Personas como Dick Lauth pueden crear obras artísticas que nos dejan con la boca abierta. A continuación os dejamos algunos ejemplos:
Si quieres dedicarte al arte de la soldadura, ya sea para realizar cualquier tipo de estructura o para hacer arte, en CEIF tenemos cursos de soldadura que pueden ayudarte a cumplir tus objetivos.